sábado, 26 de diciembre de 2015
martes, 22 de diciembre de 2015
El espíritu navideño y sus enemigos
REFERENCIAS
Schwartz, Barry (2014). "The Paradox of Choice - Why More is Less". Resumen ejecutivo del libro
Schwartz el Hereje
Milton Friedman nos engañó
martes, 15 de diciembre de 2015
Universidad y violencia sexual
Publicado en El Espectador, Diciembre 17 de 2015
Reproducción de la columna después de las gráficas
REFERENCIAS
Reproducción de la columna después de las gráficas
Las universidades colombianas deberían y podrían jugar un papel decisivo contra la violencia sexual.
Nuestra justicia penal no se caracteriza por su eficacia. Un factor de impunidad es la dificultad para identificar delincuentes y aclarar crímenes que casi no se denuncian porque las víctimas saben que si llegan ante las autoridades sin señalar al autor, el caso fenece. Sólo cuando en la denuncia mencionan un sospechoso hay chances de que la justicia lo investigue, acuse, juzgue y condene.
Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) 5.3% de las colombianas han sido forzadas físicamente a tener relaciones sexuales. El 72% de los violadores serían “sindicados conocidos” de quienes la agredida sabe nombre, tal vez dirección y mucha información para armar un expediente. La ENDS no averiguó la reacción de las víctimas y las encuestas de victimización recientes no incluyeron la violencia sexual, pero una investigación realizada entre estudiantes de universidades bogotanas muestra que las denuncias por violaciones, incluso con victimario conocido, son bajas, bajísimas. De 24 universitarias -5% del total- violadas alguna vez por un “amigo, compañero o novio”, una sola denunció el hecho. Esta tasa es 14 puntos inferior a la del total de delitos en Bogotá, ya históricamente baja, y un tercio de la observada en EEUU hace dos décadas con cualquier agresor sexual. El dato desconcierta pues las víctimas conocen a sus atacantes y no deberían enfrentar los tenaces dilemas que surgen cuando el violador es un familiar. Queda claro que la respuesta generalizada es el silencio, pero con una muestra tan pequeña es imposible averiguar por qué no se denuncia la violencia sexual grave.
Los victimarios dan otra visión de la situación universitaria, con incidencia más baja de violaciones (2%) y proproción de denuncias mucho mayor. Entre los estudiantes que admiten haber violado a una amiga o compañera, casi la mitad señala que fue denunciado, un porcentaje diez veces superior al reportado por las víctimas. Parecería que cuando agredida y agresor se conocen hay discrepancias entre lo que ella y él consideran un ataque sexual.
Algo anda mal cuando las colombianas más educadas, con acceso a abogados, familiarizadas con el feminismo, no denuncian violaciones que sus compañeros aceptan haber cometido. Las fallas de la justicia deben ser protuberantes para que, sabiendo quien fue el agresor, las víctimas universitarias decidan echarle tierra al asunto. Una colega que hace años participó en una investigación sobre delito sexual en Bogotá recuerda preguntas como “¿puede explicar al juzgado por qué después del acto usted no se colocó nuevamente su ropa interior?”. Eran casi intimidaciones adrede para quienes osaran denunciar una violación. “No sé qué tanto hayan cambiado las cosas pero de mi parte no denunciaría” remata quien ha estudiado el entorno. La reciente absolución del pastor Álvaro Gámez, con alucinantes historias de alcahuetas que presuntamente le reclutaban seguidoras en nombre de Dios, recuerda escenarios de acoso y violencia difusos, ambiguos y difíciles de aclarar, por lo tanto aún más esquivos para la justicia.
Ante tal impunidad, incompatible con el propósito de reducir la violencia sexual, las universidades podrían asumir el liderazgo en la tarea de escrutar rigurosamente las agresiones, establecer prioridades, y refinar los estándares del consentimiento sexual entre personas adultas. Allí están los insumos para desarrollar ese complejo saber judicial: facultades de derecho, centros de pensamiento sobre género y un activo mercado de parejas. Para profundizar y aterrizar un debate a veces utópico y, sobre todo, para aprender a investigar los ataques sexuales sin ofender a la agredida, se podrían discutir e incluso juzgar los incidentes entre estudiantes con tribunales propios que velen por el reglamento interno. En coordinación con los servicios de bienestar estudiantil y empezando por quienes no se acercan a la justicia oficial cuando las violan, las universitarias acosadas o atacadas podrían acudir a una instancia disciplinaria cercana a presentar sus quejas. Los presuntos victimarios se defenderían sin costosos abogados y jurados estudiantiles sopesarían todas las aristas de esos incidentes, con mecanismos para guardar el máximo anonimato posible de las partes enfrentadas.
No se trata de invadir la jurisdicción penal, ni de privatizar la justicia, sino de formalizar el trámite de algunas infracciones serias al reglamento universitario. Estos procesos dejarían “jurisprudencia”, conocimiento aplicado y evaluación de la eficacia de las sanciones, una caja de herramientas más útil contra la violencia sexual que ampliar minuciosamente su definición o buscar endurecer, en el papel, leyes ilusorias cuya aprobación parece ahora depender de congresistas sensibilizados con pintalabios.
REFERENCIAS
CCB (2015). “Encuesta de Percepción y Victimización, primer semestre de 2015”
Cámara de
Comercio de Bogotá
LA ENCUESTA A ESTUDIANTES
EDG (2015) “Encuesta de Discriminación por Género”. Bogotá, Universidad Externado de Colombia
LA ENCUESTA A ESTUDIANTES
La encuesta EDG se realizó entre Mayo y Junio de 2015 con los estudiantes del curso de Análisis Económico del Derecho (AED), en la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia. Aquí se pueden ver los formularios –uno para mujeres y otro para hombres- que se colgaron en internet para que los diligenciaran, de manera privada y anónima, estudiantes del Externado y de otras universidades bogotanas. La encuesta la respondieron finalmente 497 mujeres y 337 hombres.
Para la elaboración del formulario de la encuesta, los estudiantes del curso de AED realizaron previamente una serie de entrevistas con las que se identificaron y definieron los incidentes que finalmente se incluyeron en el formulario.
El “link” a la encuesta se envió luego a las universidades en las que tengo algún contacto. Participaron en Bogotá, fuera del Externado, Los Andes, la Javeriana, el Rosario, la Tadeo y la Nacional.
El análisis de los resultados será publicado como Documento de Trabajo de la Facultad de Economía del Externado y utilizado como material de ese curso y como base para ejercicios similares posteriores.
Agradezco la participación en este proyecto de los siguientes estudiantes de Economía del Externado: Andrea García, Angelica Niño, Blayer Giraldo, Camila Camaño, Camila Parra, Carolina Ulloa, Daniel Ospina, Juan Pablo Monroy, Julio César Daly, Laura Delgado, Leonardo Quintana, Luisa Sarmiento, Manuel Caro, Manuela Acosta, Michael Rivera, Natalia Reina, Nicolás Mesa, Orlando Romero, Paula Martínez, Santiago Plata y Sebastián Moscoso.
También agradezco la colaboración en difundir el link a Ana María Ibañez, Juan Camilo Cárdenas, Javier Forero, Jaime Tenjo y Patricia Montañez.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Cómo tener un hijo gay
Publicado en El Espectador, Diciembre 3 de 2015
Bailey, Michael, Lee Wilkerman & Carlton Parks (1991). "A Test of the Maternal Stress Theory of Human Male Homosexuality". Archives of Sexual Behavior, Vol 20 No 2
Balthazart, Jacques (2010). Biologíe de l’homosexualité. On naît homosexuel, on ne choisit pas de l´être. Wavre-Bégica: Mardaga
Balthazart, Jacques (2010). Biologíe de l’homosexualité. On naît homosexuel, on ne choisit pas de l´être. Wavre-Bégica: Mardaga
Blanchard, Ray & Anthony F Bogaert (1996). “Homosexuality in men and number of older brothers”. The American Journal of Psychiatry; Jan; 153, 1
Blanchard, Ray (2001). “Fraternal Birth Order and the Maternal Immune Hypothesis of Male Homosexuality”. Hormones and Behavior 40, 105–114 (2001)
Cantor, James, Ray Blanchard, Andrew D. Paterson& Anthony F. Bogaert (2002). “How Many Gay Men Owe Their Sexual Orientation to Fraternal Birth Order?”. Archives of Sexual Behavior, Vol. 31, No. 1, February, pp. 63–71
Ellis, Lee, Ashley Ames, William Peckham & Donald Burke (1988). "Sexual orientation of human offspring may be altered by severe maternal stress during pregnancy" The Journal of Sex Research. Vol 25 Nº 1 pp. 152-157
Ellis, Lee, Ashley Ames, William Peckham & Donald Burke (1988). "Sexual orientation of human offspring may be altered by severe maternal stress during pregnancy" The Journal of Sex Research. Vol 25 Nº 1 pp. 152-157
Rahman, Qazi & Glenn D.Wilson (2003). “Born gay? The psychobiology of human sexual orientation. Review”. Personality and Individual Differences Vol 34, 1337–1382
Swaab D. F. (2014). We Are Our Brains: A Neurobiography of the Brain, from the Womb to Alzheimer's. New York: Random House
Weinstock, Marta (2008). “The long-term behavioral consequences of prenatal stress”. Neuroscience and Biobehavioral Reviews, Elsevier
martes, 1 de diciembre de 2015
Clasismo con sexismo, un revuelto desolador
Publicado en El Espectador, Diciembre 3 de 2015
Acevedo, Tatiana (2015). "Los domingos son de rabia". El Espectador, Nov 28.
Algunos
comentarios son jugosos y complementan la columna. Vale la pena leer a
Lira, que sabe lo que sufrió, a Karissa, pobre señora que uno no
entiende cómo ha aguantado y a eradelhielo, irredimible.
martes, 24 de noviembre de 2015
Animales gays
Bagemihl, Bruce (2000). Biological Exuberance: Animal Homosexuality and Natural Diversity. New York: St Martin’s Press
Balthazart, Jacques (2010). Biologíe de l’homosexualité. On naît homosexuel, on ne choisit pas de l´être. Wavre-Bélgica: Mardaga
Balthazart, Jacques (2010). Biologíe de l’homosexualité. On naît homosexuel, on ne choisit pas de l´être. Wavre-Bélgica: Mardaga
De Waal, Frans & Frans Lanting (1997). Bonobo. The Forgotten Ape. Berkeley: University of California Press
Gayle, Damien (2012) “Female bonobos put on 'barsexual' displays with each other to impress the alpha-lesbians”. The Daily Mail, March 2
Gayle, Damien (2012) “Female bonobos put on 'barsexual' displays with each other to impress the alpha-lesbians”. The Daily Mail, March 2
Owen, James (2004). “Homosexual Activity Among Animals Stirs Debate”. National Geographic News, July 23
martes, 17 de noviembre de 2015
Hijos de macho salen machistas
Zánganos, mujeriegos, hijitos de mami, fanáticos de la mujer casera, acosadores o violadores no surgen espontánea y uniformemente del machismo, una pandemia bien etérea.
Taras tan disímiles no siempre se dan en ramillete. Entre mujeres, que no acosan, también hay actitudes machistas: unas sacrifican su vida laboral, otras aplauden la infidelidad o toleran los celos y muchas transmiten valores patriarcales a la prole. Dar por descontado el mismo mal presupone un curalotodo inexistente; se requieren paliativos específicos para un abanico de posturas y conductas dañinas que se transmiten de manera variada, a veces insospechada.
En una encuesta hecha a estudiantes de universidades bogotanas buscamos discernir distintas facetas del machismo. Resultó llamativa la discrepancia de la sexualidad femenina con la masculina, que persiste entre generaciones. Fue común, sobre todo entre mujeres, el reporte de haber crecido en un hogar con padre mujeriego y madre siempre fiel. Los hombres perciben menos ese desbalance y es probable que lo repitan. Entre estudiantes, un eventual anticipo de la infidelidad conyugal desigual es el número de parejas sexuales. En promedio, las universitarias tienen un compañero de cama nuevo cada año mientras que los hombres reportan el doble, a pesar de que ellas se inician antes sexualmente. Si esos estudiantes con más parejas contraen matrimonio con sus compañeras, tal vez repliquen lo vivido en sus hogares. Si lo hacen con novias menores, menos educadas y sexualmente inexpertas, los chances de esposa fiel pero con cuernos serán superiores.
Esa dimensión del machismo colombiano –ellos más promiscuos e infieles que ellas- la corroboran todas las encuestas sobre sexualidad disponibles en el país. El idealismo igualitario desconoce esta evidencia con un argumento fofo: si ellos tienen muchas parejas, esas mujeres también las deben tener, como en comuna hippie. Para desvirtuar esa imprecisión sirve el contraejemplo del seductor con dos o tres novias que le son fieles, situación más común que la Doña Juana con séquito de amantes dedicados a ella. Del primer escenario conozco personalmente varios casos, del segundo ninguno. Con la excepción de algunas famosas cortesanas, tampoco he leído sobre el equivalente femenino de narcos, comandantes, sultanes, jeques o monarcas con muchas amantes y concubinas exclusivas. Esta disparidad sexual –tercamente negada por intelectuales, militantes y periodistas- puede ser actualmente independiente de otros legados patriarcales, que son más similares por género.
La dimensión clásica del machismo es tal vez la actitud ante el dilema trabajo versus maternidad. La encuesta permite construir un indicador de machismo laboral cuya distribución entre estudiantes está bien concentrada en los valores bajos, siendo casi idéntica entre hombres y mujeres. En la universidad, la parte laboral del discurso feminista ya parece asimilada por todas y todos.
Un desafío a la idea simplista de que el machismo es uniforme, con profundas raíces culturales que toca contrarrestar en bloque, es la existencia de importantes diferencias individuales en tales actitudes, que cualquiera conoce y no se explican con esa teoría global. En la encuesta, el machismo laboral de las mujeres se asocia con una madre atareada en la casa, pero con el signo al revés: cual Mafaldas, las hijas de hacendosa hogareña reaccionan y rechazan esa situación; influye más la discriminación en el colegio, ser religiosa y tener un padre muy infiel. La diferencia en los patrones de crianza con los hermanos no muestra mayor efecto. En los hombres, ese tipo de machismo no depende de los antecedentes familiares pero sí de la religión, que lo agudiza; lo disminuye el buen desempeño académico y haber estudiado en colegio mixto, o sea interactuar con niñas desde pequeño.
En el hogar, los hábitos sexuales de una generación afectan a la siguiente de manera peculiar. No aparecen secuelas de la infidelidad maternal, pero los hijos varones de hombres muy infieles son dos veces más mujeriegos que sus compañeros. La mayor rotación masculina de parejas sexuales se puede atribuír casi exclusivamente a quienes tuvieron papá promiscuo, y ese machismo se asocia con el laboral, pero negativamente. El padre picaflor, además, favorece las hijas Susanitas: machistas laborales propensas al sexo precoz. Faltan testimonios, y teoría, para entender la mecánica de esas correlaciones. Entretanto, la quintaesencia del machismo colombiano, una sexualidad masculina poco domesticada, parece perpetuarse con tenorios tolerados y hasta aplaudidos por barras femeninas que así se sienten bien liberadas. El dogma igualitario conlleva curiosas y candorosas piruetas mentales: si ellos son así, pues nosotras también; celebremos la infidelidad, y al carajo con Darwin.
REFERENCIAS
Ayuso, Bárbara (2015) “Ni
elegías ni odas al chico malo”. Jot Down,
Noviembre
EDG (2015) “Encuesta de Discriminación por Género”. Bogotá, Universidad Externado de Colombia
LOS INDICES DE MACHISMO
La distribución de los machismos está lejos de ser homogénea, pero sí es muy similar, en cada categoría, entre mujeres y hombres.
VARIABLES utilizadas para la
construcción de los índices de machismo
MACHISMO LABORAL (ML)
Entre 1 (muy en desacuerdo) y 5 (muy de
acuerdo)
¿Está usted
de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones?
mL1
|
“Cuando hay escasez de trabajos, los
hombres tienen más derecho al trabajo que las mujeres”
|
mL2
|
“Una mujer necesita tener niños para
poder realizarse”
|
mL3
|
“Ser ama de casa es tan satisfactorio
como tener un empleo pagado”
|
mL4 *
|
“El matrimonio es una institución
anticuada”
|
mL5
|
“Una madre que trabaja puede
establecer una relación tan cálida y segura con sus hijos como una que no
trabaja”
|
mL6 *
|
“Tanto el hombre como la mujer deben
contribuír al sustento familiar”
|
* Valor 1 se toma como el más machista
MACHISMO TAREAS DOMÉSTICAS (MTD)
entre 1 (ninguna) y 5 (toda)
Para las
siguientes tareas o responsabilidades por favor diga cual era la
responsabilidad de su mamá, o la figura femenina de su casa, de hacerla o
supervisarla
mTD1
|
Aseo, limpieza de la casa, lavado de ropa
|
mTD2
|
Cocina
|
mTD3 *
|
Mantenimiento de vehículos. Arreglos
de aparatos, electricidad o plomería. Obras y reformas
|
mTD4
|
Manejo de los gastos corrientes
(arriendo o cuota hipotecaria, servicios, mercado, matrículas…)
|
mTD5 *
|
Decisiones de inversión (compra de
carro, casa, acciones o participaciónes…)
|
mTD6
|
Cuidado de los hijos, supervisión de
tareas escolares
|
* Valor 1 se toma como el más machista
MACHISMOS POR DIFERENCIALES DE CRIANZA CON LOS
HERMANOS (MD)
entre 1 (ninguna) y 5 (toda)
Señale las diferencias en la crianza
entre mujeres y hombres
mD1
|
En términos de los juegos y juguetes,
o actividades en su casa
|
mD2
|
En términos del estímulo hacia el
estudio
|
mD3
|
En supervisión de la forma de vestir
o de comportarse
|
mD4
|
En cuanto a los permisos para salir
de la casa o a las horas de llegada
|
mD5
|
Permisos para viajes o paseos
|
MACHISMO EN EL COLEGIO (MC)
entre 1 (nunca) y 5 (siempre o muy
común)
mC1
|
¿Qué tan comunes eran los comentarios
negativos o las burlas sobre el aspecto físico de las mujeres?
|
mC2
|
¿Con qué frecuencia se sintió usted
discriminada(o) por algo relacionado con su físico?
|
mC3
|
¿Al final del bachillerato, qué tan
común era que los profesores hombres buscaran tener relaciones sentimentales
o afectivas con las alumnas?
|
mC4
|
¿Qué tan común era que en clase se
burlaran o hicieran chistes sobre la capacidad intelectual de las mujeres?
|
mC5
|
¿Qué tan común era que en clase se
burlaran o hicieran chistes sobre la falta de emotividad de los hombres?
|
mC6
|
La belleza física de una alumna,
¿afectaba la manera como era tratada por los profesores?
|
mC7
|
¿En su colegio eran usuales los
reinados o concursos de belleza?
|
METODOLOGÍA para calcular los índices
En cada categoría se tomó el primer
componente principal de las variables, o sea el indicador que mejor recoge la
información del conjunto de variables. Este valor se normalizó entre 0 y 100 a
partir de sus valores mínimos para mujeres y hombres.
LA ENCUESTA
ECUACIONES MACHISMO LABORAL
MUJERES
reg ML MT MC PinfMf religion Dacadem
Source SS df MS Number of obs = 441
F( 5, 435) = 22.02
Model 21571.125 5 4314.225 Prob > F = 0.0000
Residual 85222.0088 435
195.912664 R-squared = 0.2020
Adj
R-squared = 0.1928
Total 106793.134 440
242.711668 Root MSE = 13.997
ML Coef. Std. Err. t P>t [95% Conf. Interval]
MT -.242958 .0370736 -6.55 0.000 -.3158237 -.1700923
MC .1057244 .0308431 3.43 0.001 .0451044 .1663444
PinfMf 5.674945 1.747443 3.25 0.001 2.240464 9.109426
Religion 3.254998 .4934149 6.60 0.000 2.285224 4.224771
Dacadem -2.285601 .9902253 -2.31 0.021 -4.231822 -.3393801
_cons 31.9664 4.613587 6.93 0.000 22.89871 41.03409
logistic machistaL
MTR MCR PinfMf religion Dacadem, or
Logistic
regression Number of obs = 449
LR chi2(5) = 55.07
Prob > chi2 = 0.0000
Log likelihood =
-95.370499 Pseudo R2 = 0.2240
machistaL Odds Ratio Std. Err. z P>z [95% Conf. Interval]
MTR .6540175 .0696021
-3.99 0.000 .5308874 .8057055
MCR 1.495497 .1423894
4.23 0.000 1.240912 1.802314
PinfMf 3.685477 1.541011 3.12 0.002 1.623979 8.363866
religion 1.526786 .2197296 2.94 0.003 1.151533 2.024324
Dacadem .687978 .1885948 -1.36 0.172 .4020087 1.177372
_cons .1055368 .1328856 -1.79 0.074 .0089459 1.245048
HOMBRES
reg ML religion
Dacadem mixto
Source SS df MS Number of
obs = 358
F(
3, 354) =
19.29
Model 12873.702 3 4291.234 Prob > F = 0.0000
Residual 78736.5885 354 222.419742 R-squared =
0.1405
Adj R-squared = 0.1332
Total 91610.2905 357 256.611458 Root MSE =
14.914
ML Coef. Std. Err. t P>t [95% Conf. Interval]
religion 2.887645 .5819425 4.96 0.000 1.743146 4.032145
Dacadem -5.226149 1.104584 -4.73 0.000 -7.398521 -3.053778
mixto -6.779136 1.747642 -3.88 0.000 -10.2162 -3.34207
_cons 40.35804 4.720571 8.55 0.000 31.07415 49.64193
logistic machistaL
religion Dacadem mixto, or
Logistic
regression Number of obs = 358
LR
chi2(3) = 30.40
Prob >
chi2 = 0.0000
Log likelihood =
-105.94072 Pseudo R2 = 0.1255
machistaL Odds Ratio Std. Err. z P>z [95% Conf. Interval]
religion 1.704682 .2267401 4.01 0.000 1.313484 2.212391
Dacadem .5818995 .1378093 -2.29 0.022 .3658144 .9256253
mixto .3111027
.1144315 -3.17 0.002 .15129 .6397309
_cons .4452362
.4353832 -0.83 0.408 .0654977 3.0266
VARIABLES
ML
|
Índice de
machismo laboral, entre 0 y 100
|
MT
|
Índice de
machismo tareas domésticas
|
MC
|
Índice de
machismo en el colegio
|
PinfMf
|
Padre muy infiel
y madre fiel
|
Religion
|
Qué tan
importante es escala 1 a 5
|
Dacadem
|
Percepción
personal de desempeño en la universidad escala de 1 a 5
|
Mixto
|
Estudió en
colegio mixto, sí=1 o no=0
|
LA ENCUESTA
La encuesta EDG se realizó entre Mayo y Junio de 2015 con los estudiantes del curso de Análisis Económico del Derecho (AED), en la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia. Aquí se pueden ver los formularios –uno para mujeres y otro para hombres- que se colgaron en internet para que los diligenciaran, de manera privada y anónima, estudiantes del Externado y de otras universidades bogotanas. La encuesta la respondieron finalmente 497 mujeres y 337 hombres.
Para la elaboración del formulario de la encuesta, los estudiantes del curso de AED realizaron previamente una serie de entrevistas con las que se identificaron y definieron los incidentes que finalmente se incluyeron en el formulario.
El “link” a la encuesta se envió luego a las universidades en las que tengo algún contacto. Participaron en Bogotá, fuera del Externado, Los Andes, la Javeriana, el Rosario, la Tadeo y la Nacional.
El análisis de los resultados será publicado como Documento de Trabajo de la Facultad de Economía del Externado y utilizado como material de ese curso y como base para ejercicios similares posteriores.
Agradezco la participación en este proyecto de los siguientes estudiantes de Economía del Externado: Andrea García, Angelica Niño, Blayer Giraldo, Camila Camaño, Camila Parra, Carolina Ulloa, Daniel Ospina, Juan Pablo Monroy, Julio César Daly, Laura Delgado, Leonardo Quintana, Luisa Sarmiento, Manuel Caro, Manuela Acosta, Michael Rivera, Natalia Reina, Nicolás Mesa, Orlando Romero, Paula Martínez, Santiago Plata y Sebastián Moscoso.
También agradezco la colaboración en difundir el link a Ana María Ibañez, Juan Camilo Cárdenas, Javier Forero, Jaime Tenjo y Patricia Montañez.
Para la elaboración del formulario de la encuesta, los estudiantes del curso de AED realizaron previamente una serie de entrevistas con las que se identificaron y definieron los incidentes que finalmente se incluyeron en el formulario.
El “link” a la encuesta se envió luego a las universidades en las que tengo algún contacto. Participaron en Bogotá, fuera del Externado, Los Andes, la Javeriana, el Rosario, la Tadeo y la Nacional.
El análisis de los resultados será publicado como Documento de Trabajo de la Facultad de Economía del Externado y utilizado como material de ese curso y como base para ejercicios similares posteriores.
Agradezco la participación en este proyecto de los siguientes estudiantes de Economía del Externado: Andrea García, Angelica Niño, Blayer Giraldo, Camila Camaño, Camila Parra, Carolina Ulloa, Daniel Ospina, Juan Pablo Monroy, Julio César Daly, Laura Delgado, Leonardo Quintana, Luisa Sarmiento, Manuel Caro, Manuela Acosta, Michael Rivera, Natalia Reina, Nicolás Mesa, Orlando Romero, Paula Martínez, Santiago Plata y Sebastián Moscoso.
También agradezco la colaboración en difundir el link a Ana María Ibañez, Juan Camilo Cárdenas, Javier Forero, Jaime Tenjo y Patricia Montañez.
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